“Compórtate  de una manera tal, que trates
a la humanidad de una forma particular. Jamás
trates a las personas como si fuesen un medio
para lograr un fin, todo lo contrario, siempre
trata a las personas como si fuesen el fin último” 

 

Emmanuel Kant 

​

Vivimos un cierto regreso al pasado… desde la perspectiva nociva. Reaparecen la irracionalidad, el miedo, las teorías conspiranoicas, la  mentira como herramienta   -inmoral-, las sombrías figuras autoritarias y las guerras sangrientas. Ante ello, no hay recetas mágicas, pero podemos escuchar a quienes quisieron emanciparnos de fanatismos y actuar a la luz de un entendimiento común.
 

Recordar hoy a Kant –cuando se cumplen tres siglos de su nacimiento-, es acercarnos a un visionario que, desde el poder de la razón, inauguró la modernidad. Las ideas del filósofo que rechazó el dogma y propugnó el uso de la libertad en responsabilidad y la idea de la ciudadanía común, nos animan a poner al hombre  –persona- en el centro de nuestra acción cívica y ética. Nada más lejano de ello que la guerra y la confrontación irracional. Nada más cercano y propio que la reflexión,  el diálogo y la tolerancia pertinente.
 

Revalorizar los contextos que aportan rigor, contraste científico, opiniones contrastadas, ética. Ese debe ser el proceder de un centro socioeducativo como la Universidad Popular.
 

La conciencia de los problemas sociales  -que siempre son colectivos- exige trabajo también colectivo, requiere cuidar los vínculos entre personas. Individualmente, por muy fuertes que nos consideremos, somos débiles y frágiles para construir cambios sólidos, por eso avanzar sobre el individualismo, creando colectivos vigorosos será lo que nos de la fuerza para conseguir los cambios sociales necesarios y hoy, posiblemente urgentes. La colectividad debe conformarse desde la conciencia del problema  compartido, aunque éste sea aparentemente personal e intransferible.
 

Afortunadamente, hoy la creación cultural de narrativas recoge la pluralidad de visiones identitarias que estamos viviendo. La cultura, en sus diferentes expresiones artísticas o de pensamiento, nos permite especular con lo posible, pero también tantear otras imaginarias (otro mundo es posible), y nos da energía para luchar ante la complejidad que vivimos y nos causa temores.
 

Hay que aprovechar, precisamente, el ámbito socioeducativo que nos brinda la Universidad Popular para afrontar estos retos, no sólo con optimismo, sino con entusiasmo, como hemos hecho siempre. La utopía hoy habita en la motivación colectiva ( y no en la simple suma de individualidades), que anima al cuidado mutuo frente a la guerra o la violencia, al diálogo frente a la polarización, a la solidaridad frente al egoísmo paralizante.
 

Más que nunca, es necesaria una ética por el planeta y por la vida, por recuperar el valor del conocimiento y la escucha, de inflamar la pasión por hacer las cosas con sentido, personal sí, pero también social.
 

El Programa de cursos, talleres, actividades y proyectos que ofrecemos nace de estas ideas, y tiene como finalidad la conciencia del mundo en que vivimos, pero también el deseo de hacerlo desde el placer que siempre nos aporta el aprender y el disfrutar de la vida…conscientemente.
 

Quienes compartís el Proyecto UPP gozadlo, pero también difundidlo, para que otras personas puedan también sentirlo.
 

Buen curso 2024-25, en el que celebraremos nuestro cuarenta aniversario, con quienes estáis, habéis estado y venís por primera vez.

Os esperamos con entusiasmo.

​​

Cándido Abril Merino 

Director de la Universidad Popular de Palencia